Canal Marine & Industrial

Sistema estándar: accionamiento híbrido en los Grandes Lagos

La flota de remolcadores de los Grandes Lagos descubre la solución híbrida. Consumo, protección del medioambiente, vida útil, comodidad y rendimiento: la combinación de la propulsión eléctrica y el motor diésel aporta unas ventajas reales, sobre todo en los buques de trabajo. En 2019, la compañía naviera Great Lake Towing de Cleveland, Ohio, puso en marcha los tres primeros remolcadores híbridos y Rittal también ha subido a bordo como socio de la tecnología de armarios de distribución para los accionamientos eléctricos. La principal tarea del especialista fue construir el armario y la infraestructura de suministro a partir de un sistema estandarizado de manera que ocupara poco espacio. Además, el sistema debía ser lo suficientemente resistente para un uso marítimo.

Más potente y sensible

La empresa canadiense Canal Marine & Industrial recibió un pedido de Great Lakes Towing para construir una solución híbrida de un motor eléctrico y uno diésel para una nueva generación de remolcadores. Con este accionamiento combinado, los barcos pueden navegar con mayor precisión por los cinco lagos de los Grandes Lagos situados entre EE. UU. y Canadá. Además, el motor eléctrico cubre la carga parcial inferior de manera sofisticada, que a su vez ahorra combustible. Aquí, los motores diésel no funcionan a pleno rendimiento, abandonan su rango operativo óptimo y no son eficientes. Alternativamente, si se necesita más potencia de la que puede proporcionar el motor principal, el motor eléctrico se utiliza como refuerzo.

Junto con Rittal, hemos creado una solución de armarios de distribución potente y energéticamente eficiente para Great Lakes Towing y para todos nuestros accionamientos híbridos y de cero emisiones.
Shawn Balding, director comercial de Canal Marine & Industrial
Canal Marine & Industrial was able to build the complex control and supply technology using standardised components from the Rittal product range.

El integrador de sistemas ejecutó el pedido de la compañía naviera más grande de buques de trabajo y remolcadores que enarbolan la bandera de EE. UU. con una solución de armarios de distribución de Rittal. Canal Marine & Industrial pudo construir la compleja tecnología de control y suministro con componentes estándar del sistema de Rittal. El limitado espacio disponible para el suministro de corriente continua y los inversores de los motores eléctricos supuso todo un desafío. A pesar de todos los requisitos por ocupar el menor espacio posible, debía poder accederse fácilmente a la tecnología. El diseño robusto de la solución a medida garantiza en última instancia la disponibilidad de la tecnología de cara a las duras condiciones presentes en un buque de trabajo. En Rittal, sin embargo, esta fiabilidad operativa no se obtiene a expensas de la flexibilidad. El sistema, que está certificado para un uso marítimo, ofrece una gama modular de armarios, accesorios flexibles para la gestión de cables y muchas otras opciones para ajustes o ampliaciones individuales.

Cómo superar las pérdidas de rendimiento

Los desafíos que implica equipar un remolcador con un motor eléctrico son evidentes en el microclima que predomina en los armarios de distribución instalados a bordo. Dentro de este sistema, la energía se convierte y mueve según se necesite mediante convertidores de frecuencia variable controlados y configurados independientemente. Las pérdidas de calor resultantes deben disiparse del armario de distribución, ya que el aumento de la temperatura reduce la vida útil de los convertidores de frecuencia y, también, su rendimiento (reducción de potencia), por lo que fue necesario instalar un sistema de control interior en los armarios de distribución. Para ello, el sistema de Rittal ofrece ventiladores, elementos calefactores y un control de temperatura. Además, durante el funcionamiento es necesario transportar grandes volúmenes, ya que el motor diésel ya calienta el aire de la sala de máquinas. Si el buque está en el muelle, los accionamientos han finalizado su trabajo y, por lo tanto, no generan calor residual. Para que no se forme condensación dentro del armario de distribución como resultado de la caída de la temperatura, se enciende la calefacción integrada, sobre todo durante la estación más fría.